La afición flamenca de Ceuta nunca se olvidó de él, no obstante: en 1981 se le impuso la Espiga de oro de su ciudad natal y, en 1989, la Tertulia de la localidad norteafricana le concedió su segundo premio. Esta última entidad le otorgó también su placa de honor en 1991.
La trayectoria cantaora de Gitano Blanco pivotó en gran parte sobre dos ejes importantes: la Sociedad del Cante Grande de Algeciras y su amigo, tocaor y activista del flamenco Andrés Rodríguez, fallecido poco antes del verano de 1995 y a quien se homenajeara de forma póstuma con la VII Palma de plata. Juntos intervinieron en los tablaos infinidad de veces.
En aquel tiempo de los 80 y 90, el también desaparecido Antonio Rubio, uno de los baluartes directivos del Cante Grande, dijo de Gitano Blanco: "Cantaor de grandes facultades y dominador de los cantes de Levante. Está dotado de una voz dulce de las que quedan hoy muy pocas". Estas palabras también están recogidas en la publicación antes citada de Soler Guevara, cuya obra es referencia ineludible para cualquier estudioso del flamenco.
En los últimos años de Gitano Blanco su actividad artística se redujo muy considerablemente y posteriormente sobrevino la enfermedad que finalmente ha acabado con su vida. La Sociedad del Cante Grande de Algeciras ha lamentado profundamente su fallecimiento. "Desaparece un cantaor plenamente ligado e identificado con los primeros años de nuestra peña, un artista con un sello propio", expusieron desde esta entidad al tiempo que trasladan sus condolencias a todos sus familiares, amigos y seguidores.
Gitano Blanco durante una de sus actuaciones. Fue uno de los cantaores populares del flamenco campo gibraltareño del siglo XX
No hay comentarios:
Publicar un comentario